Las dos salidas que he hecho, entre el domingo pasado y este. Pero comenzaré por el pasado, el del 19.

Salí con colegas de un grupo endurero en el que estoy. Son, en general, más jóvenes y habilidosos, pero como somos echaillo p´lante, pues nos acercamos Gilo y yo (Algecireño) a la convocatoria que Juan (alias “Zorro”) hizo, con quien ya he coincidido en un ruta “Embrujo del Llano”

Fuimos llegando poco a poco, y presentándonos. Uno de ellos, es más de otras disciplinas del ciclismo, pero le han dado ganas de probar algo más bruto, y se ha pasado directamente al enduro, y se ha comprado un pepinako. Este es de los mios, que no te falte bici para lo que quieres hacer jajajaja.

También llegaron otro par de bikers, bastante fuertes ambos y un tercero. Uno de ellos, me cuentan, incluso ha sido ciclista profesional, y obviamente el convocante y “master ruta” de hoy, el Zorro.

El comienzo de la ruta me dio que pensar… Salimos desde Puente Verde. Junto a EMASAGRA hay unas escalerillas, que un día, hace ya años, se las vi hacer a mi amigo Vicente. Aquello me impresiono. Un tío montao en bici, subiendo ese montón de escaleras, no puede ser normal…

Esta foto es de otro día

Pero de pronto veo que nos dirigimos hacia ellas, ¡horror! hay que meterle a eso!!! pensé. Pues sí. Veo que le mete uno, y otro y otro y otro, y claro que ibas a hacer, pues meterle al bicho. Voy a ver que hago con el primer tramo de escaleras, y como dice mi hija “después, ya vamos viendo…” Lo supero más o menos bien, y me animo al siguiente, y también lo paso, y así hasta el final. Son cuatro tramos… Al terminar no doy crédito a lo hecho, porque normalmente a duras penas hago un tramito de cuatro jajajaja.

Pues si esto es el principio, que nos espera!!!

Terminamos, y nos metemos por una barriada que nos lleva hacia la carretera del cementerio, y en un momento dado giramos a la derecha hacia una zona de cuevas. Por aquí no había venido nunca, y mira que me he pateado La Sabika veces, pero siempre me sorprende.

 

 

Al terminar esta parte, en la que hay un muy respetable repecho, aparecemos tras nuestro cementerio, y un poco después, bordeamos el musulmán, y nos dejamos caer por una veredita con un final cuando menos complicadete, pero pillo rueda del Zorro y le sigo, y tras de mi Hugo.

Seguimos el sendero, y veo que las cuevas las han taponado…Seguimos pedaleando hasta llegar al final, y entonces nos vamos a la derecha. Es un camino bueno para invierno, porque el sol te va calentando, pero es que no hace ni pizca de frío, kopónnnn!!!

Subimos por el soleado camino, que deja el canal de los franceses a la derecha. El ritmo es llevadero, nadie aprieta, así que da para ir charlando. Al casi terminarlo, nos entretenemos un rato a hacer saltitos en una bien hallada tachuelita, que hay en el camino antes de la trialerita, que el Rizos y Mikel se curraron hace un año. Es cortita pero juguetona, y te baja al canal de los franceses. La hicimos a buen ritmo porque el piso está genial, y desde ahí pedaleamos hasta llegar a una subida muy dura, que te lleva al Llano de La Perdiz.

Para acceder a el sendero tienes que superar un tranco de subida, que ya cuando lo haces de bajada tiene su miga, así que p´riba ni te cuento. Tiene mala caída a la derecha, pero mureketekemala. Le vamos tirando, cada uno, como va pudiendo, y tras esto viene el subidón. Es dura. Es la típica subida que haces para entrenar, y buscar tus límites. Yo me coloco atras, no soy de los mejores subidores del grupo, pero ahí voy.  Tiene a mitad una zona revirada,  y difícil de superar subido en la burricleta. Es una curva de izquierdas y otra de derechas, pero después de haber subido las escaleras, me he venido arriba jajajaja. Hoy estoy animadete. Los colegas tambien le van tirando, unos con más suerte que otros.

 

Una vez que pasamos esta exigente curveo, seguimos subiendo, pero ya sabemos que nos queda poco.

Terminamos esta dura subida, y paramos en el Llano a coger aire.

Esta peña está fuerte, menos mal que no tengo el día tonto, hoy le ha tocado a mi amigo de fatigas,  Gilo…jajajaja

Una vez coronado, toca bajal bajal y bajal, pero ¿por donde? ni idea, yo me dejo llevar, pero visto lo que hemos hecho p´riba, y lo que nos gusta es bajar, pues calculo que será divertido, muuuuuy divertido.

Veo que la peña se coloca las protecciones, y hago lo mismo. Tiran, y tiro, y llegamos a la trialerita que baja al “Marrano” A bajar tijas y aaaaajugarrrrrrr.

 

 

 

 

 

Normalmente, si no he pedaleado con una peña, me espero a ver cómo se organizan, así se ve quienes son los más decididos, y yo, me coloco detrás del último de los “decididos”

No me equivoqué, iban de lujo. Rápidos y trazando bien.

Al terminar el primer tramo, nos paramos para reagruparnos, y tras estar todos juntos, vamos a por el segundo tramo. Aquí hay un saltito, que antes era un salto chulo, pero alguien lo ha suavizado, aun así sigue siendo divertido.

 

foto del tranco hecha otro día

Después de esto, solo hay dos opciones, o marrano o la otra trialerita de bajada, que se inventaron Pepe y Mikel. Tengo casi la seguridad de que le vamos a tirar a esta, la más chunga.

No me equivoco…Es un sendero muy muy estrecho, y que cuando dice de bajar es muy muy inclinado. Al estar en ladera norte, el terreno conserva bien la humedad del día que llovió (hace ya casi un mes jajajaja) y esta perfecto, está de dulce, así que si te caes, que alguno le pasó, no te haces casi daño, porque rápido es complicado de ir.

Es muy divertido. La primera parte subeybaja, y te cabe la rueda y poco más. Tras un par de tranquitos revirados, viene la bajada. Dejándote caer y bloqueando la trasera, puedes ir negociando el montón de curvas que te vas encontrando, hasta que llegas al final. Es muy eléctrica. Ver al de delante negociar las curvas, divierte; luego vas tu jajajaja.

Las caritas de disfrute del grupo son para verlas…como la mía, supongo.

Una vez que acabamos todos, seguimos bajando otro poco, antes de meterle a una subida. Es corta y dura, pero yo no le tiro, no tengo ganas; otros como Hugo, Zorro, Cecílio y Pablo si que le tiran.

Con las sensaciones por los aires, llegamos al senderillo, que baja desde el Llano, y que te lleva hacia la silla del Moro. Algunos lo llaman “el fresquito”

Nosotros, cerquita de subir hacia la Silla del Moro, nos dejaremos caer hacia la Fuente del Avellano. Es lo más revirado que he hecho jamás.

Al empezar la bajada, el terreno está muy muy suelto, y con mucho canto rodado, y al bueno de Sebas se le fue la rueda delantera, y se pegó en un costado con una piedra, haciéndose algo de daño. Este chico es un valiente. La primera ruta de este tipo que hace, con su nueva bici, y no nos ha mandado a tomarpor….A mi me meten mis colegas, la primera vez que hago vereas, por estos sitios y les retiro la palabra, como poco, jajajaja, pero el tío ha aguantado como un campeón.

La bajada a la Fuente del Avellano yo la conocía por otro sitio. De hecho es alucinante que en un sitio tan pequeño haya más de una verea, pero la hay. Tiene un importante desnivel y las curvas son reviradas hasta decir basta.

Comenzamos superando un tranko chungo, luego bajada del estilo. Por suerte el terreno está bien y las ruedas agarran. Cada poco nos esperamos los unos a los otros. Aquí mandan Zorro, Pablo y Cecílio, van de lujo. Tras superar esta curva que veis en la foto, que es complicadísima, yo ya les perdí la pista a los chicos. Es muy difícil de meter en estas curvas mi bici (27,5 y XL) independientemente de que tengo mis límites técnicos, que los tengo, aunque las curvas que puedo, las voy haciendo hasta el final, donde nos fuimos esperando a que fuéramos llegando.

La vuelta la hicimos por San Juan de los Reyes, y en Gran Vía me deje caer hacia casa. Los chicos se fueron hacia las suyas, por el barrio del Realejo.

Ha sido un placer compartir ruta con vosotros!!!

Domingo  26

Rutón por Huetor, desde Granada…

Hacer una ruta en otoño por esta sierra es una maravilla, y hoy hemos disfrutado, de milagro, todavía de sus colores

A las nueve y media quedé con mi amigo Javier, en la plaza de San Nicolas. Sí, hasta ahí me hizo subir el tío!!!

Teníamos pensado una ruta más bien rally que de enduro, pero hay una trialera de bajada, a la que no le terminamos de encontrar el encaje, cada vez que subimos a la Sierra de Huetor, y hoy subimos sooooolo a hacerla. La llamamos “El Jabalí” así que hay que subir con las bicics para la ocasión…las pesadas!!!

La trialera, según a el amigo que le preguntes, está de número uno o dos en el escalafón de trialeras en Huetor, así que merece mucho la pena.

La subida la hacemos por el Albaicín y Sacromonte. Al llegar a San Miguel Alto te metes en un precioso bosque que te deja cerquita de El Fargue, pero antes hay que subir un senderillo durete, con mucha retama a sus lados.

Hoy la temperatura es espectacular, y se ha animado mucha gente a salir al campo, tanta que por momentos hay que echarse al lado para que te adelanten, los que van con rally, o los que bajan. Hay mucho tráfico de bicis. Ya de subida a El Fargue, por la carretera, coincidimos con muchos bikers.

Antes de salir del pueblo, buscando el Camino Real de Viznar, paramos a beber en la fuentecilla, y allí andaba uno to loco que no encontraba a su colega jajajaja Que ambientazo!!!

 

 

 

Esta parte de la subida es por terreno sequillo, con piedrecillas. En vez subir por donde subo siempre, Javier me lleva por otro lado. Es parecido. Al terminarlo, le digo a Javier de hacer una bajadita, que hace años que no la hago. Vamos en su busca, pero yo no me acordaba del repechón de subida jajajaja. Tengo memoria selectiva…Antes de coger la bajada, a la izquierda sale una verea. Mi colega que la mira y se tira por ella a investigarla, y yo detrás…bajamos, bajamos, bajamos, mucha rodera, mucha rodera y cuando la terminamos, se acuerda Javier de ella…clava frenos yyyyyy vuelta p´riba jajaja, otro con memoria selectiva.
“A donde va, no nos interesa” me dice, jajajaja. Pues a deshacer lo hecho, y subimos subimos y subimos, un ratito a pie y otro andando…

Coronamos e hicimos la bajadita que le quería enseñar a Javier, que si que la conocía por cierto. Los dos la recodábamos mucho más larga y difícil, de lo que es en realidad.

Al terminar, subimos un poquito y enseguida la carretera. Estas pesadas bicis, con esas ruedas que llevamos, hacen un poco tediosa la subida, pero vamos con “rollo enduro” y la verdad es que se nos hace muy corta. Vamos charla que te charla, hasta llegar a Puerto Lobo.

Allí nos encontramos con dos amigos, Paco y Jesús. Habríamos subido con ellos hoy, de no ser por la hora. Ellos abren las calles por la mañana jajajaja.

Un ratito de charla, y seguimos p´riba. Esta ruta no paras de subir durante 17km.

Cuando llegamos al Mortirolo, paramos a comer algo antes de subirlo. Javier aprovecha para intentar localizar una verea que le tiene loco, porque hace tiempo que la busca y no la encuentra.

 

Esta subida es apretá, pero como vamos muy tranquilos, se hace bastante amena, o ¿quizas es que sabemos que ya llegamos al Jabalí? Bueno el caso es que la subimos mejor que nunca, coronamos bastante bien. Miramos el gps, y 17km de ininterrumpida subida desde Granada, es como ir a la Cortijuela.

 

Nos vestimos de romanos, y vamos en su busca, en busca del “Jabalí”. Si hasta ahora hemos venido sin parar de charlar, subiendo, cuando comenzamos a bajar se hizo el silencio, solo se oía el cascabelillo que siempre me acompaña, y las ruedas trazando las curvas, o pisando piñas. Por cierto tuvo gracia que durante la bajada, una piña lanzada por la rueda trasera de Javier, pego en la de delante mía y se coloco delante, rodando, y no me dejaba adelantarla, fue muy cómico. Adelantar a una piña en movimiento no es ni fácil ni recomendable, jajajaja.

Bueno, a lo que voy. Se hizo el silencio, un sonoro silencio nos acompañó durante tooooooda la bajada del jabalí, solo interrumpida por unos senderistas que subían, y a los que no les molestó nuestra presencia, y con los que charlamos unos segundillos, mientras les dejábamos paso; no entramos todos al mismo tiempo.

Al terminar de bajar, llegas a la fuente de La Teja. Te enseño unas fotillos para que veas lo que vimos tras esta maravillosa bajada.

Desde aquí hasta Huetor fue un no parar de alucinar con los colores.

 

 

 

Llegamos a Huetor y paramos de nuevo en una fuentecilla, y comimos algo. A lo largo de la ruta hemos comido en numerosas ocasiones, parece que hoy tuviéramos una tenia.

Desde Huetor bajamos al Cortijo Cortés. Me vinieron los recuerdos del día que volvimos (Javier y yo) por aquí, después de bajar desde Majalijar. Se me estropeó el tubeless y no pude repararlo. Volví a patas desde aquí a Granada. Hoy, va todo perfecto y gracias a esa experiencia llevo de todo y por su orden en la mochila jajajaja. Pero además, seguimos impresionándonos de los colores del campo…

 

Al cruzar el cortijo estaba el dueño, que no se cabreo al vernos. Hoy el día va de fabula, la gente está muy contenta. Los ciclistas, los senderistas y los dueños de las fincas por donde pasamos…

 

Desde el fondo de la foto venimos

Al acercarnos al cruce del río, decidimos no hacerlo, y continuamos por la vereilla de arriba, buscando el sendero periurbano. Está cada vez mejor; seguramente gracias al paso de las bicis, el sendero esta poniéndose muy ciclable.

 

Bajamos a Jesús del Valle, donde vimos una señal muy curiosa,

 

y buscamos el sendero que nos lleva hacia el Sacromonte.

 

No tardamos mucho en llegar a zona urbana.

Dejé a mi colega en su casa, y tiré p´bajo la mar de contento. La ruta de hoy me ha gustado mucho mucho, por su dureza, por el ritmo, por la bajada desde el Mortirolillo (Jabalí, cauce del río, cortijo Cortes, y sendero periurbano) hasta el Sacromonte, y por supuesto, y como dice mi amigo Capelli, lo mejor, la compañía.

Bueno chico@s, hasta el finde que viene. Espero que hayas disfrutado, al menos viendo las fotos.

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